El desarrollo del acuerdo con los docentes, principal reto de Eva Ledo

Eva Ledo asume, por tanto, el desafío de recuperar la paz social que sigue sin ser una realidad, ya que ni el acuerdo está aceptado de forma unánime por todas las organizaciones sindicales ni cuenta con el respaldo total de los docentes, pero, además, la escuela pública no es, ni mucho menos, el único colectivo educativo en pie de guerra.

Esta avilesina, ingeniera industrial especializada en Electricidad, deberá sentarse a negociar con la educación concertada, que también ha protagonizado estos días históricas manifestaciones con reivindicaciones similares a las de sus colegas de la educación pública (equiparación salarial, más medios, mayor reconocimiento...), pero que se ha sentido especialmente molesta con el presidente del Principado, quien pareció desentenderse del conflicto al asegurar que el Gobierno no era «el empleador» de este colectivo. Ante las duras críticas recibidas, Barbón ya ha pedido perdón y ha reconocido que es la Administración quien paga las nóminas de este colectivo.

En lucha también están los docentes de la nueva red de centros de 0 a 3 años. Aunque era el proyecto estrella de la legislatura, el desarrollo de la ley y las consecuencias de la integración de los centros hasta ahora de titularidad municipal en la nueva red autonómica, especialmente para las docentes que no habían sido previamente estabilizadas por sus respectivos ayuntamientos, sigue generando dudas.

Ledo conoce bien todos los entresijos de este proyecto y cuenta con amplia experiencia en educación, tanto por su currículo profesional, como político, pero además ha sido recibida con los brazos abiertos por parte de las organizaciones sindicales por su demostrada capacidad de diálogo.

Aunque donde más expectación ha generado la vuelta de Ledo es en el ámbito de la Formación Profesional, donde docentes y sindicatos dicen sentirse «desamparados» por parte de la consejería a la hora de implementar la nueva ley que convierte en dual toda la formación. Ya en su momento este colectivo había lamentado y mucho la marcha de Ledo. Tampoco ayudó la división inicial de las competencias de FP entre dos consejerías del Gobierno del Principado (Educación y Ciencia), decisión que se corrigió recientemente tras la reorganización del Gobierno llevada a cabo tras la dimisión de la consejera de Transición Ecológica e Industria, Belarmina Díaz.

Pero a todas estas crisis sobrevenidas se le suma también a Eva Ledo el no fácil reto de gestionar la oferta pública de empleo convocada para el 21 de junio para educación Secundaria y otros cuerpos docentes, a la que está previsto que se presenten cerca de 8.000 personas para repartirse 770 plazas. Los procesos anteriores no han estado exentos de problemas por lo que será sin duda otra de las pruebas de fuego a las que deberá enfrentarse en cuestión de días la nueva consejera.

Nadie descarta que para todo ello Ledo comience por una recomposición del equipo, constituido en su momento por Lydia Espina y que ella misma abandonó en mayo de 2024 ante lo que muchos interpretaron que era la respuesta a un «caos organizativo».